Todos nuestros estados de ánimo son producidos por
drogas. (Droga:
"sustancia
o preparado medicamentoso de efecto estimulante,
deprimente, narcótico o alucinógeno"
[R.A.E.] ).
Todas nuestras emociones son frutos de reacciones químicas
en el cerebro, reacciones que son provocadas por
sustancias o drogas que han sido generadas por nuestro
propio cerebro o bien que han sido administradas desde
el exterior.
Los alimentos son drogas (últimamente muy
adulteradas). Todos los medicamentos de las farmacias
son drogas. Ver la tv es una droga. Hacer footting es
una droga. Así como hacer el amor. El enamoramiento
es una droga. La emoción que despierta un gran
partido de fútbol es una droga. Contemplar un bello
paisaje al atardecer es una droga. El cafelito que
tomamos por las mañanas y después de comer es una
droga. El azúcar es una droga. Así como el
"rebujito" de la feria. Incluso el sueño
nocturno es provocado por una sustancia segregada por
nuestro propio cerebro. El entusiasmo que experimentan
los fieles de Curro Romero cuando éste ejecuta una de
sus faenas "divinas" es una droga. La base
de todo nuestro comportamiento es una reacción química
provocada por sustancias o drogas.
Entonces, ¿a qué viene tanto alboroto con respecto a
las drogas? ¿Por qué se habla tanto y tan mal de la
plaga de las drogas? Muy sencillo: porque algunos
padres de la patria han calificado a algunas drogas
como legales y a otras como ilegales y, en base a
esto, han establecidos leyes que condenan el uso de
algunas drogas (las llamadas ilegales) y promocionan
el uso de otras (las llamadas legales). Y ¿en qué se
basan estos "protectores de la salud pública"
para ilegalizar unas y promocionar otras? En una gran
mentira. Esta es: que las drogas ilegales son duras o
nocivas para la salud y que las legales son blandas o
benignas para la salud. Esto es falso y contrario a la
ciencia. El alcohol en sus diversas formas, el café,
los cigarrillos y el azúcar, por poner sólo algunos
ejemplos de drogas legales, son mucho más
perjudiciales, más adictivas y causan más muerte en
el mundo que todas las demás drogas consideradas
ilegales. ¿Qué oscuros intereses se ocultan detrás
de esta situación?
Las leyes del Estado español pueden enviarte a la cárcel
si te pillan fumando un porro de marihuana o de hachís
en un lugar público. Ese mismo Estado es el mayor
accionista de Tabacalera S.A., empresa dedicada a
producir y suministrar una droga mortífera a millones
de españoles (entre los cuales me sigo encontrando
yo), muchos de los cuales mueren de enfisema, de cáncer
de pulmón o de infarto, mientras que no se conoce
ninguna muerte por el uso de la marihuana o del hachís.
¿Es esto lógico y científico?
Paracelso, uno de los padres de la medicina moderna,
acuñó la frase: "La única diferencia entre un
veneno y un remedio es la dosis". Esto quiere
decir que una hora o dos de tv no hace daño, pero que
si te pasas ocho horas delante del aparato te volverás
"tarumba". Una copita de buen vino es un
remedio, pero dos litros diarios te pueden llevar a la
ruina y la tumba. Un cigarrillo después de comer
puede ser un placer, pero fumar dos cajetillas diarias
te agujereará los pulmones. Nadie se ha vuelto loco
por fumar un pitillo de "maría" o de
"costo", pero si te pasas el día fumando
"yerba" no podrás funcionar en la vida
diaria. El secreto está en la dosis y en el buen uso.
Por ello, en vez de criminalizar el uso de unas drogas
y premiar el de otras, lo que necesitamos realmente es
una buena campaña de educación y de información de
forma que cada cual aprenda a hacer un uso responsable
y consciente de la droga libre y legalmente elegida.
Esta es la única manera de ganar la "guerra
contra las drogas".
Dokushô
Villalba
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